lunes, 17 de noviembre de 2008

MÉTODO DE ANÁLISIS

Para determinar el método de análisis que la feminista Marcela Lagarde utiliza en su estudio primero hay que identificar su objeto de estudio, el cual es la opresión de género, siendo este la base de su análisis sobre la teoría de género.


En su estudio, Lagarde utiliza la perspectiva de género[1] que surge de la teoría de género, y a la vez promueve el paradigma cultural del feminismo, teniendo como objetivo la contribución a la construcción subjetiva y social de una nueva configuración a partir de la resignificación de la historia, la sociedad, la cultura y la política desde las mujeres y con las mujeres (Lagarde, 2001:13).


El objetivo de la perspectiva de género, según Lagarde, es contribuir a la integración del desarrollo humano sustentable y la democracia desde las mujeres, es decir, el empoderamiento de las mujeres para que dejen de ser oprimidas por el hecho de ser mujeres.
Marcela Lagarde, en su artículo El Género (2001), hace referencia a la importancia de considerar la cosmovisión de cada cultura sobre los géneros, la cual está implícita en todos sus elementos como la historia, visión del mundo, costumbres y tradiciones, concepción de género, ideas, normas, etc., como un análisis antropológico en donde antepone al ser humano y la equidad como centro de este enfoque.


El análisis de género, utilizado por Lagarde, hace una diferenciación entre hombres y mujeres y sus roles en la sociedad, así como las responsabilidades, prioridades y oportunidades de cada uno para lograr una equidad. Implica también el estudio de las distintas formas de organización y funcionamiento de las sociedades y el análisis de las relaciones sociales entre hombres y mujeres, mujeres y mujeres, hombres y hombres, siendo la primera primordial para el enfoque de género que la autora utiliza en su estudio.


Este análisis de género debe identificar ciertos aspectos entre los que están la división laboral entre hombres y mujeres, el acceso y control sobre los recursos y beneficios, las necesidades específicas de hombres y mujeres, las limitaciones y oportunidades y la capacidad de organización y mujeres para promover la igualdad. Estos se refieren más explícitamente al tipo de trabajo productivo y reproductivo, al que posee el dinero, y al campo de oportunidades que cada uno tiene y la capacidad de ambos para lograr una equidad.


Luego de esta diferenciación, se puede decir que Marcela Lagarde parte del análisis de la existencia de relaciones desiguales entre hombres y mujeres, sin confundirlo con una igualdad ya que las mujeres no piden igualdad porque no son iguales a los hombres, si no que lo que piden es una equidad de condiciones, en donde se reconozca la existencia de la opresión de género hacia las mujeres debido a la inexistencia de una equidad como la que defiende Lagarde.


En conclusión, se puede decir que parte del hecho de que las relaciones desiguales entre hombres y mujeres es lo que provoca la existencia de violencia, por lo que existe no sólo la opresión y exclusión para hacer cierto tipo de actividades, si no que también casos de violencia por el hecho de ser mujeres, siendo el enfoque de género su punto de partida para estudio.

[1] Esta perspectiva reconoce la diversidad de géneros y la existencia de las mujeres y los hombres, como un principio esencial en la construcción de una humanidad diversa y democrática. Sin embargo, plantea que la dominación de género produce la opresión de género y ambas obstaculizan esa posibilidad.

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