lunes, 17 de noviembre de 2008

IDEOLOGÍA, TEORÍA POLÍTICA Y TIPO DE TEORÍA

Marcela Lagarde basa sus estudios en una ideología que se puede denominar de “izquierda” debido a que esta se caracteriza por la defensa de los derechos igualitarios, es decir, el que no haya exclusión ni desigualdad en las sociedades, partiendo así de una ideología de género, en donde se enfatiza en la equidad de condiciones para hombres y mujeres.

Hay que tener presente, para no confundir el fin del feminismo, teoría que defiende la autora, que éste no es excluyente, ya que según ella se construyen alternativas de desarrollo no sólo para las mujeres sino también para los hombres, queriendo así eliminar el patriarcado en el que se vive actualmente en el mundo para poder lograr una equidad, dejando a un lado la exclusión y discriminación, para poder tener una sociedad en donde pueda existir una equidad de género y una interrelación entre hombres y mujeres sin que se generen conflictos de ningún tipo.

Existe la teoría del intercambio, dentro de la cual se puede clasificar a Marcela Lagarde, y esto debido a que en este tipo de teoría existe un intercambio que genera la estructura social según Blau, en donde los procesos sociales rigen las relaciones entre los individuos y los grupos. Así mismo, Homans afirma para este tipo de teoría que el núcleo de la sociología estaba en el estudio de la conducta y la interacción individual y se basa a la vez en el éxito, estímulo, valor, privación-saciedad, frustración-agresión y racionalidad.

Se clasifica el feminismo dentro de este tipo de teoría debido a que en el mismo hay una interrelación entre individuos, ya sea hombres y mujeres, hombres y hombres, mujeres y mujeres, en donde existe un intercambio que genera la estructura de la sociedad a base de valores y principios de equidad y racionalidad en donde todos seamos iguales.

El feminismo se encuentra en constante evolución por la defensa de la igualdad de derechos y oportunidades entre ambos sexos. Constituye una forma diferente de entender el mundo, las relaciones de poder, las estructuras sociales y las relaciones entre los sexos.

Esta nueva manera de observar la realidad, desde la perspectiva de las mujeres, es el motor que está produciendo más cambios en la actualidad, en el sistema y los valores sociales, consiguiendo que las instituciones modifiquen sus políticas sociales y económicas, para lograr así una sociedad equitativa.

Actualmente vivimos en un mundo desigual y excluyente, en donde la diversidad cultural es muy grande, y además la competencia crece día con día, por lo que se debe tratar de salir adelante por propios logros y méritos, no importándole así a mucha gente el bienestar de alguien más, si no que únicamente el desarrollo individual.

Es por eso que Marcela Lagarde, al defender la teoría feminista, toma en cuenta aspectos de interrelación entre hombres y mujeres, siendo el género el punto de partida de su análisis, tomando en cuenta la interacción e intercambio entre éstos, generando así una base estructural más sólida en donde el intercambio fortalezca las relaciones interpersonales y el desarrollo de las sociedades.

MÉTODO DE ANÁLISIS

Para determinar el método de análisis que la feminista Marcela Lagarde utiliza en su estudio primero hay que identificar su objeto de estudio, el cual es la opresión de género, siendo este la base de su análisis sobre la teoría de género.


En su estudio, Lagarde utiliza la perspectiva de género[1] que surge de la teoría de género, y a la vez promueve el paradigma cultural del feminismo, teniendo como objetivo la contribución a la construcción subjetiva y social de una nueva configuración a partir de la resignificación de la historia, la sociedad, la cultura y la política desde las mujeres y con las mujeres (Lagarde, 2001:13).


El objetivo de la perspectiva de género, según Lagarde, es contribuir a la integración del desarrollo humano sustentable y la democracia desde las mujeres, es decir, el empoderamiento de las mujeres para que dejen de ser oprimidas por el hecho de ser mujeres.
Marcela Lagarde, en su artículo El Género (2001), hace referencia a la importancia de considerar la cosmovisión de cada cultura sobre los géneros, la cual está implícita en todos sus elementos como la historia, visión del mundo, costumbres y tradiciones, concepción de género, ideas, normas, etc., como un análisis antropológico en donde antepone al ser humano y la equidad como centro de este enfoque.


El análisis de género, utilizado por Lagarde, hace una diferenciación entre hombres y mujeres y sus roles en la sociedad, así como las responsabilidades, prioridades y oportunidades de cada uno para lograr una equidad. Implica también el estudio de las distintas formas de organización y funcionamiento de las sociedades y el análisis de las relaciones sociales entre hombres y mujeres, mujeres y mujeres, hombres y hombres, siendo la primera primordial para el enfoque de género que la autora utiliza en su estudio.


Este análisis de género debe identificar ciertos aspectos entre los que están la división laboral entre hombres y mujeres, el acceso y control sobre los recursos y beneficios, las necesidades específicas de hombres y mujeres, las limitaciones y oportunidades y la capacidad de organización y mujeres para promover la igualdad. Estos se refieren más explícitamente al tipo de trabajo productivo y reproductivo, al que posee el dinero, y al campo de oportunidades que cada uno tiene y la capacidad de ambos para lograr una equidad.


Luego de esta diferenciación, se puede decir que Marcela Lagarde parte del análisis de la existencia de relaciones desiguales entre hombres y mujeres, sin confundirlo con una igualdad ya que las mujeres no piden igualdad porque no son iguales a los hombres, si no que lo que piden es una equidad de condiciones, en donde se reconozca la existencia de la opresión de género hacia las mujeres debido a la inexistencia de una equidad como la que defiende Lagarde.


En conclusión, se puede decir que parte del hecho de que las relaciones desiguales entre hombres y mujeres es lo que provoca la existencia de violencia, por lo que existe no sólo la opresión y exclusión para hacer cierto tipo de actividades, si no que también casos de violencia por el hecho de ser mujeres, siendo el enfoque de género su punto de partida para estudio.

[1] Esta perspectiva reconoce la diversidad de géneros y la existencia de las mujeres y los hombres, como un principio esencial en la construcción de una humanidad diversa y democrática. Sin embargo, plantea que la dominación de género produce la opresión de género y ambas obstaculizan esa posibilidad.

TEORIA POLITICA

MARCELA LAGARDE Y EL FEMINICIDIO

Lagarde se caracteriza por ser una autora feminista que lucha por defender los derechos de la mujer y la equidad de género, y para esto aporta como feminista un estudio de la teoría del feminicidio.

Primero que nada, hay que entender el feminicidio. Marcela Lagarde es una de las autoras que comienza a utilizar el feminicidio como un concepto más amplio, entendido así como el conjunto de violaciones reiteradas y sistemáticas a los derechos humanos de las mujeres y un estado de violencia misógina[1] contra ellas, en algunos casos, en asesinatos crueles de las mujeres.[2]

El feminicidio se entiende entonces como los crímenes de odio contra las mujeres, en donde los derechos de las mismas son violados, y sufren de maltrato físico, psicológico, robos, violaciones, e incluso hasta de muerte, siendo esto un tipo de violencia social contra las mujeres.Como una de las claves del feminicidio, Lagarde, al igual que otras autoras como Diana Russell y Jill Radford, enfatizan en que la sociedad se encuentra organizada de tal manera que la violencia forma parte de las relaciones de parentesco, laborales, educativas, y de la sociedad en general, reforzándose la violencia como algo natural, legitimándola a pesar de ser ilegal, ya que todo acto de violencia viola la ley ya que viola los derechos humanos de las personas, en este caso de las mujeres.[3]

Marcela Lagarde hace énfasis también en que no siempre el feminicidio se manifiesta con la muerte de las mujeres, sino que abarca un conjunto de hechos violentos contra las mujeres, habiendo así en ocasiones sobrevivientes a dichos hechos, de las cuales se sabe poco o nada, y de las que se sabe las autoridades no logran hacer nada al respecto.Debido a lo anterior, Lagarde, junto con una comisión de investigación sobre el feminicidio, incluye a la violencia institucional como parte del feminicidio, la cual se manifiesta en el hecho que las instituciones no garantizan la vida de las mujeres, dejando así un sistema con problemas de seguridad para la vida de las mujeres, siendo una obligación del Estado, por lo que se considera como violencia institucional al no cumplir el Estado y sus instituciones con la garantía de la vida, en este caso de la vida y seguridad de las mujeres víctimas del feminicidio.

En conclusión, se puede decir que el feminicidio incluye aspectos políticos y sociales, ya que afecta a la sociedad y es obligación de las autoridades hacer algo al respecto de dicho problema. Es cierto que si la mujer exige que se valgan sus derechos y exista una equidad de género, el Estado se debe enfocar en la violencia en general, y no únicamente en la violencia contra la mujer, ya que tanto hombres como mujeres (de todas las edades) sufren de actos violentos y asesinatos. Pero esto se justifica de manera que cada día existen más asesinatos, violaciones y maltratos hacia la mujer, creciendo así el feminicidio como un fenómeno político y social, siendo así más alto el grado de violencia y agresión hacia las mujeres que el que se da al resto de la sociedad, por lo que el feminicidio es un problema del presente que está creciendo día con día, el cual se tiene que tratar de erradicar desde la raíz, comenzando en el centro de la sociedad, en las familias.

[1] La misoginia es la aversión u odio a las mujeres o la tendencia ideológica o psicológica que consiste en despreciar a la mujer como género y con ello todo lo considerado como femenino.
[2] Comisión Especial para conocer y dar seguimiento a las investigaciones relacionadas con los feminicidios en la República mexicana y a la procuración de justicia vinculada. Informe Sustantivo de Actividades, 14 de Abril del 2004 al 14 de Abril del 2005.
[3] http://www.ciudaddemujeres.com/articulos/article.php3?id_article=77

miércoles, 13 de agosto de 2008

FEMINISMO Y LA IGUALDAD DE GÉNERO

Antes de analizar a la autora feminista Marcela Lagarde, hay que tener claro en sí la definición de feminismo para entender a fondo el motivo de la teoría que la feminista mencionada defiende.

El feminismo se puede definir como un conjunto de teorías sociales y prácticas políticas en abierta crítica de relaciones sociales históricas, pasadas y presentes, motivadas principalmente por la experiencia femenina. En general, los feminismos realizan una crítica a la desigualdad social entre mujeres y hombres, y proclaman la promoción de los derechos de la mujer. Las teorías feministas cuestionan la relación entre sexo, sexualidad y el poder social, político y económico.[1]

Así mismo, se confunde actualmente el significado de feminismo, ya que la mayoría de gente cree que es el imponer el “poder” femenino sobre el masculino, es decir, no una igualdad de género sino que el cambio de rol en la sociedad entre ambos géneros, siendo en este caso la mujer la que trabaje y el hombre el que se quede en casa, por ejemplo.

Para entender mejor este tema, ha habido varios estudios, entre los cuales están los realizados por Marcela Lagarde, el cual se refleja en el libro mencionado “Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas”. En este libro, Lagarde enfatiza que cada mujer es la causa del feminismo, es decir que cada una tiene el derecho de autoproclamado a tener derechos, recursos y condiciones para desarrollarse y vivir en democracia, cada mujer tiene derecho a vivir en libertad y a gozar de la vida.[2]

Uno de los puntos centrales del libro es el motivar a la mujer para tener una mejor autoestima, la cual a mi criterio es indispensable, ya que si uno está bien con uno mismo lo va a estar con los demás, y así mismo dan más deseos de salir adelante, de superación, lo cual es esencial en el feminismo porque se busca una igualdad de género, y si la mujer sigue viviendo estancada y conforme con la marginación que vive día a día, jamás se logrará dicha igualdad, buscando así una mejor calidad de vida para las mujeres sin perjudicar la de los hombres.

Un punto que hay que tener muy presente para no confundir el motivo del feminismo planteado por Marcela Lagarde, es el que éste no es excluyente, ya que según ella se construyen alternativas de desarrollo no sólo para las mujeres sino también para los hombres, queriendo así eliminar el patriarcado en el que se vive actualmente en el mundo para poder lograr una igualdad, dejando a un lado la exclusión y discriminación.

Concuerdo con el pensamiento de Lagarde de que las desigualdades entre hombres y mujeres no están determinadas biológicamente, sino socialmente construidas, ya que existen sociedades más “machistas” que otras, como lo es el caso de los países árabes en donde la mujer está sometida totalmente a estar en su casa sin tener derecho a trabajar, a convivir entre otros; mientras que en el caso de Guatemala se vive en una sociedad machista, aunque no tan extremista como la mencionada, pero sí una sociedad en la que la superación y desarrollo personal de la mujer no es bien visto, ya que el hombre guatemalteco cree que si la mujer es más estudiada que él, o que tiene un salario más alto que él, su reputación será perdida, lo cual no es verídico, ya que la mujer debe tener los mismo derechos que el hombre, y así mismo debe contar con las herramientas necesarias para enfrentarse a la vida y al mundo globalizado en que vivimos.

Así como ella ha habido más mujeres que ya han podido insertarse en el ámbito político, dejando en alto su reputación, ya que la mujer cuenta con las mismas capacidades que un hombre y se puede destacar de igual manera, o mejor que algunos, en los ámbitos de desarrollo.

La mujer actualmente es estereotipada como “ama de casa”, débil, refinada, entre otros, lo cual no es de esa manera ya que no ha tenido la oportunidad abiertamente de superarse como individuo; pero actualmente ya se está permitiendo una nueva gama de oportunidades para las mujeres, por lo que depende ya del carácter de cada mujer para superarse como persona y demostrarle al mundo que las mujeres somos iguales a los hombres en aspectos de desarrollo, profesionalismo, trabajo, estudio, entre otros, y que el que sea la mujer más débil que el hombre para realizar trabajos forzados cuenta con la capacidad para esforzarse y lograr lo que se proponga.

Luego de estudiar más a fondo a Lagarde, me considero feminista hasta cierto punto, ya que estoy de acuerdo con la superación profesional de la mujer, y que aunque se llegue a ser madre y esposa, no hay porque dejar a un lado el ámbito profesional ya que se necesitan todos los aspectos juntos para realizarse como persona según mi punto de vista, y de igual manera me parece una ayuda al hogar el que una mujer tenga un buen sueldo, a veces mejor que el hombre, razón por la cual el hombre no debe sentirse oprimido hasta cierto punto ni menos hombre, sino más bien sentirse orgulloso y agradecido de que la mujer sea tomada en cuenta de igual manera que él.

Concuerdo con que el feminismo no quiere decir la exclusión del género masculino, sino más bien la inclusión del género femenino en la sociedad patriarcal en la que se vive, creando así un tipo de vida compartida y no machista, ni tampoco en donde la mujer presuma su superación, creo que debe haber un balance entre ambos, así como ayuda mutua de parte de ambos sexos.

Como conclusión se puede decir que Marcela Lagarde considera que las mujeres han ido abriendo espacios, creando oportunidades y participando en los más diversos ámbitos de la sociedad, la cultura y la política. Desde su experiencia, considera que las mujeres han dado vida a la construcción democrática, pues al denunciar y combatir la opresión de género han aportado elementos para crear una conciencia crítica, lo cual crea una inserción de la mujer y de las sociedades modernas en el mundo globalizado en que vivimos, creando conciencia no sólo crítica sino que social, siendo esto un avance para el desarrollo de cada país, y abriendo a su vez espacios de participación para ambos géneros, acabando de igual manera con el tipo de exclusión de género, problema que afecta al mundo actual.

[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Feminista

[2]http://www.malostratos.org/mujeres/lagarde.htm

Vida y reseña biográfica

BIOGRAFÍA DE MARCELA LAGARDE[1]

En su juventud, Marcela Lagarde fue militante del Partido Comunista. Se formó como antropóloga y desde muy temprana edad militó en las filas del feminismo. Como académica, ha enseñado en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Es autora de muchos libros, entre los que destaca el libro “Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas”, en el cual analiza a fondo los diversos cautiverios que sufren las mujeres. Lagarde construyó la categoría “cautiverio” para sintetizar el hecho cultural que define el estado en que sobreviven oprimidas las mujeres en la sociedad patriarcal. y de más de un centenar de artículos académicos que han tenido mucha repercusión en la teoría y en la práctica del feminismo.

Coordinó los talleres Casandra de antropología feminista y es colaboradora de grupos y redes feministas de centros e institutos de la mujer en México, América Latina y España. En la ONU es asesora en los análisis de género. También participa en organismos de cooperación internacional y es parte de consejos editoriales de revistas feministas mexicanas y españolas.

Fue candidata externa del PRD. Alcanzó una curul en la Cámara de Diputados en la legislatura que inició a mediados de 2003. Consideró que desde la Cámara de Diputados se podía impulsar la equidad con la perspectiva de género e irradiar una visión transformadora de género.

Se propuso más específicamente contribuir al esclarecimiento de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez e impulsar la transparencia en el uso de los recursos del Instituto Nacional de las Mujeres.

Se integró a la Comisión de Equidad y Género y una de sus primeras acciones como diputada fue proponer un punto de acuerdo para solicitar a las autoridades panistas del estado de Baja California que cumplieran las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el caso de Paulina Ramírez, una niña que había sido violada y a quien las autoridades le obligaron a tener el niño fruto de esa violación. En la Cámara de Diputados consiguió la presidencia de la comisión especial que da seguimiento a las investigaciones relacionadas con el feminicidio y a la procuración de justicia vinculada. Su desempeño en esta presidencia ha recibido el reconocimiento de propios y ajenos.

Marcela Lagarde es hoy legisladora y preside la Comisión especial de la Cámara de Diputados que da seguimiento a las investigaciones sobre el feminicidio en México.



[1] http://www.envio.org.ni/articulo/2888